DESIDERIA

 Se llamaba Desideria Giménez Moner. La conocían por "La Cazoleta". La asesinaron por haberse significado ondeando una bandera roja el primero de mayo de 1936. La vida de esta mujer, una niña de 16 años en realidad, fue segada de manera brutal. Pasó a la larga lista de mártires por la libertad y al imaginario de Jaca, una Jaca que vivía un convulso periodo de tensiones sociales y políticas.

Domingo Buesa Conde, catedrático de Historia e hijo adoptivo de Jaca cuenta su historia en "Desideria" , permitiéndose algunas licencias literarias que no empañan el rigor histórico del relato. Rigor que llega a la  recreación de la Jaca de los años 20 y 30 del pasado siglo. Para lograrlo, se sumergió en un exhaustivo proceso de documentación que incluye la revisión de hemerotecas.  Esto le permite al autor ofrecer una visión detallada y fiel de la ciudad, con calles, tiendas y lugares emblemáticos, muchos ya desaparecidos.

Y confesar que, para la descripción de la taberna, utiliza escritos de Pío Baroja. O que el mismo Unamuno estuvo allí y tuvo una trifulca con unos albañiles. Y es que "La Cazoleta" era un lugar de encuentro, de debate entre mesas entre ración de judías y ración de ajoarriero; y de lugar de debates de altura con el juez de la localidad como comensal habitual.

Era un lugar heterogéneo como lo era Jaca: con militares de reemplazo de todas las ideas, con canónicos que se destacaron en la represión mientras otros destruían las listas de ejecutables, con un grupo de notables (los doce apóstoles) que asaltaron el estudio de un conocido fotógrafo local para robar sus fotos y , minuciosamente, usarlas para designar a las víctimas de la represión, con un Ricardo del Arco escribiendo en su panfleto "Jaca Española" y componiendo jotas para que los sicarios falangistas riojanos las entonaran cuando desfilaban por la calle Mayor...

"Es un periodo fascinante, desde el final de la dictadura de Primo de Rivera, pasando por la fallida sublevación republicana con Fermín Galán, hasta los primeros momentos del golpe de estado de 1936, cuando la ciudad fue sometida a una crueldad sin límite”, relata Buesa. ‘Desideria’, en este contexto, no es solo una víctima, sino un símbolo de todo lo que se perdió en esos oscuros años.

Buesa espera que los lectores de su novela se lleven un mensaje claro: “El respeto por la vida y la condena al sufrimiento innecesario. Me gustaría que esta idea naciera de este recorrido por una novela que cuenta las vidas de dos jóvenes que se construyen con la belleza del amor y se destruyen con la violencia del dolor”, concluye. 

El local del CRMAHU, abarrotado, se deshace en aplausos y comienza el desfile junto al autor, en espera de una dedicatoria, siempre con algún comentario que hacerle. A todo se presta Domingo que, en breve se unirá a todos aquellos que le esperan para continuar el encuentro con algo que picar.