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Bienvenidos/as al blog del CRMAHU .- Círculo Republicano "Manolín Abad" de HUESCA

miércoles, 26 de febrero de 2025

Podcast. Socialismo o Barbarie. "La transición sangrienta y la lucha contra el franquismo".

 Este podcast contiene un debate necesario y una crónica fehaciente de los hechos sangrientos acaecidos en los años de la llamada transición a la democracia a partir de la muerte del tirano en 1975. 

Intervienen en este debate personas de primera línea en la lucha antifascista, como Pablo Mayoral, condenado a 30 años de cárcel; Manuel Blanco Chivite, condenado a muerte y conmutado a cadena perpetua la víspera de las últimas ejecuciones aquel 27 de septiembre de 1975. 

Otros son familiares directos de asesinados en manifestaciones por bandas fascistas bajo protección del aparato represivo del Estado "transitador", primero el franquista hasta mediados de 1976;  luego la UCD del antiguo secretario general del Movimiento falangista, Adolfo Suárez. Todos los intervinientes coinciden en que hubo más de 300 asesinatos en las calles en esos cinco años que van de finales de 1975 hasta 1982, en que ya el PSOE no puede permitir un aparato represivo de origen franquista de gatillo fácil.

Reseña del profesor José Mª Adé


lunes, 10 de febrero de 2025

¡¡ Viva España con honra !!


 La Primera República Española es un episodio histórico nacional que se inserta en el contexto del conocido como “Sexenio Democrático” (1868-1874). Esto es,“La Revolución Gloriosa” de septiembre de 1868, apoyada por una amplia insurgencia popular ante la grave crisis económica, y nacida del Pacto deOstende entre los principales partidos de la oposición parlamentaria en que se comprometían en derribar la Monarquía borbónica encarnada en la figura deIsabel II, se tradujo en un pronunciamiento militar triunfante bajo el lema del brigadier Topete "Viva España con honra" . 

La reina partía al exilio desde el puerto de San Sebastián al tiempo que se constituía un gobierno provisional cuyo ministro de economía Laureano Figuerola redujo la inflación gracias a la creación de una moneda que pasaría a formar parte del acervo español, la peseta. 

Se abría el debate entonces entre elegir un nuevo monarca o bien proclamar la República. Acabó por imponerse la postura del General Prim, es decir, en una apuesta por traer estabilidad a la vida política española se optó por proclamar rey a Amadeo De Saboya (2 enero 1871-10 febrero 1873), una dinastía real que contaba con un considerable prestigio y popularidad gracias a su intervención como principal impulsora de la Unificación Italiana. Este fue un intento de recuperar cierto reconocimiento para el trono español en un tablero internacional en que las potencias industrializadas europeas se lanzaban a la expansión forzada de su influencia a través de la carrera del colonialismo. Sin embargo, este sueño no tardaría en desvanecerse; El principal valedor del nuevo rey, Prim era asesinado en la calle del Turco pocos días antes de la llegada del monarca, debilitando notablemente sus apoyos y animando a sus detractores a cuestionar con más vehemencia su legitimidad. El rey, siempre menospreciado por amplios sectores de la sociedad española por considerarlo una estirpe extranjera que no satisfacía las reivindicaciones sociales ni políticas, abdicó y abandonó España tras reconocer el fracaso de la experiencia.

Así pues, el 11 de febrero de 1873 unas Cortes de mayoría monárquica como solución al vacío de poder ocasionado por la marcha del soberano italiano proclaman la Primera República. Aunque apenas duró once meses, este capítulo de nuestra Historia presenta una gran tensión social y una enorme efervescencia política y revolucionaria que se canalizó en los siguientes acontecimientos que el gobierno republicano tuvo que enfrentar: En primer lugar, la inestabilidad parlamentaria propició una sucesión de cuatro presidentes de la República (Estanislao Figueras, Francisco Pi y Margall, Nicolás Salmerón y Emilio Castelar) en cortos espacios de tiempo. La República no contó con ningún reconocimiento internacional a excepción de EEUU y la Confederación Suiza. Si bien la sublevación de los carlistas se había iniciado contra el reinado de Amadeo I, redoblaron sus esfuerzos contra el régimen republicano en una cruenta “Tercera Guerra Carlista” que afectó principalmente al País Vasco y Cataluña. Por otra parte, tenía lugar la “Guerra de los Diez Años” en la colonia española de Cuba iniciada tras el “Grito de Yara”, comienzo del desafío independentista cubano liderado por Carlos Manuel de Céspedes.
 Además, el encarnecido enfrentamiento acerca del modelo territorial para la nación derivó en la proclamación de los cantones, cuyo máximo exponente fue el de Cartagena. El cantonalismo, que aspiraba a una organización de carácter federal y una República construida “de abajo a arriba” se enfrentó al centralismo y unicidad por la que apostaba el gobierno. Los cantones fueron duramente reprimidos por el ejército, pero este suceso agudizó aún más las disensiones internas entre los republicanos federales y los republicanos radicales. Finalmente, un 3 de enero de 1874, el General Manuel Pavía encabezó un golpe de Estado que clausuró las Cortes, sin encontrarse demasiada resistencia, y daba paso a la dictadura del General Serrano.

Mientras tanto los monárquicos liderados por Antonio Cánovas del Castillo se habían movilizado y proclamaron el Manifiesto de Sandhurst, firmado por el
futuro rey Alfonso XII, en que se expresaban los beneficios del retorno a una Jefatura de Estado borbónica. Por último, el 29 de diciembre de 1874 acontecía
el pronunciamiento militar del General Martínez Campos en Sagunto que al tomar el poder concluía oficialmente el período republicano al restituir al sucesor de Isabel II en el trono español, dando inicio a lo que se conocería como “Régimen de la Restauración”.

En conclusión, la historiografía española ha sido cruenta con la Primera República al tildarla como una época convulsa y de un fracaso político estrepitoso, cuando, si lo analizamos fría y racionalmente, el resto del Siglo XIX español no lo es menos. El estudio de nuestra Historia invita a la reflexión individual, especialmente en momentos en que los movimientos sociales populares protagonizan las transformaciones, progresos y avances hacia la República, que en nuestro país se han visto truncados por la mano de altos cargos militares en golpes de Estado contra un régimen legítimamente constituido.

Carlos A. Migliaccio. Historiador. UNIZAR.


lunes, 3 de febrero de 2025

Pedro Costa: "Israel. Del mito al crimen"

 


A la hora exacta prefijada y tras unas breves palabras de salutación del presidente del CRMAHU, es Luis, multiactivista de los derechos humanos de Huesca, quien inicia la presentación de ponente de esta tarde, Pedro Costa.

Repasa la vida de este Aguileño, circunscribiéndola a su trayectoria de activista del ecologismo antinuclear y contra los excesos de la industrias eléctricas. Cita también su amplio currículum académico.

Inicia su disertación Pedro Costa haciendo referencia a sus orígenes altoaragoneses y a las veces que ha aparecido por aquí por causas bien conocidas: Línea eléctrica CAZARIL, subestación María Auxiliadora y otras, todas relacionadas con el ecologismo reivindicativo.

Entrando en harina, es rotundo: "El libro pone en evidencia el carácter  mitológico de tofo cuanto se refiere al Estado de Israel (“fundamentos bíblicos” y empecinamiento del movimiento sionista por instalarse tras la Primera Guerra Mundial en la Palestina árabe). 

Pedro Costa acude a prestigiosos historiadores israelíes, así como a trabajos arqueológicos de las últimas décadas, para desmontar los pretendidos derechos del sionismo internacional de instalarse en Palestina para crear un Estado propio y exclusivo, étnico y racista.

Indica el autor que el genocidio con el que Israel masacra a los palestinos de la Franja de Gaza desde octubre de 2023 obliga a clamar contra esos “derechos”, sobre todo el de apropiarse de una Tierra Prometida por un Dios hecho a su medida.  Y  subraya que el “derecho a defenderse”, que sistemáticamente alega Israel, solo pertenece a los palestinos invadidos, despojados y humillados, no a los invasores, agresores y colonizadores. 

De ahí que haya que considerar plenamente legítima la resistencia del movimiento de liberación palestino. En un ámbito, el internacional, que trata de ignorar el carácter colonial del Estado de Israel, cuyos crímenes hacia los palestinos y su sistemática violación de la ley internacional son tratados con inconcebible tolerancia. También analiza el papel de Reino Unido en este drama: "En el siglo XIX Gran Bretaña mostró un interés creciente por controlar territorios turcos del Próximo Oriente, esenciales en el Camino de la India, y por eso se crea el Consulado de Jerusalén en la década de 1830. Pero los británicos anglicanos siempre consideraron que era justo que se materializara la promesa bíblica de la Tierra Prometida para el pueblo judío, llegando a proponer ,como tierra de asentamiento, Uganda, Madagascar o, incluso, la Patagonia, siendo Palestina una opción territorial posterior.

Y, profundizando aún más, debía analizarse hasta qué punto el mundo de cultura occidental se siente naturalmente impulsado a seguir y justificar a Israel, lo que ha de llenarnos de vergüenza e infamia. Esto se debe a que nuestro occidentalismo es esencialmente judeocristiano, y no resulta nada fácil desprendernos de esa realidad, que a la luz de la historia, no debemos dudar en considerarlo una maldición para la Humanidad.

Siguen a estas consideraciones un resumen detallado de la historia bélica que sacudió estas tierras. Una larga lista de encontronazos militares con intereses semiocultos, basados en la geopolítica más simple. 

Habla de los líderes sionistas y de sus antecedentes europeos. Menciona la imposibilidad de definir un pueblo judío desde un punto de vista étnico.

Preguntado acerca de la posible solución, afirma que la justicia para el pueblo palestino exige una vuelta atrás y la enmienda de la Historia. Nunca debió procederse a la partición de Palestina: un Estado único, si bien de tipo federal y laico, con capital “religiosa” en Jerusalén para las distintas confesiones.

Incluyendo el retorno sus casas y tierras de los palestinos expulsados en 1948, y de sus descendientes. Por supuesto que Israel está muy lejos de admitir una propuesta así.

Para finalizar, el autor  homenajea a personas como Shlomo Sand, Norman Finkelstein, Israel Finkelstein, Ariel Liberman y, sobre todo, a Ilan Pappé (que ha tenido que abandonar Israel y asilarse en universidad británica). "Todos ellos, entre otros muchos, deben ser la fuente documental realmente útil y digna para conocer la verdadera esencia del Estado de Israel", resalta.