José Buil, cuya madre y tíos atravesaron en plena adolescencia el puerto viejo camino de Saint Lary, ha trabajado a lo largo de estos años en la recopilación de fotografías y testimonios de lo que fue la heroica Bolsa de Bielsa y la búsqueda de refugio en los valles franceses por la población refugiada de Sobrarbe.
Su compromiso y dedicación le llevó, incluso a montar exposiciones fotográfico-documentales y a ser un personaje imprescindible en actos y conmemoraciones mantenedoras de la memoria. Casi siempre del brazo de su madre, fiel compañía en estos acontecimientos.
Ojalá pronto, querido Pepe, podamos proclamar en el mismo monolito que tantas veces honraste que en ese Sobrarbe tan querido, la Libertad vuelve a ocupar su lugar gracias a gentes como tú y tu madre, siempre en primera línea.
Gracias por el tiempo compartido, José.
Que la tierra te sea leve.
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