RIGLOS: 22 DE OCTUBRE DE 2023
HOMENAJE Y ENTIERRO DE SEBASTIAN BRETOS PEREZ
Bienvenidas y bienvenidos seáis todas y todos
Hoy es un día alegre aunque nos trae aquí una triste historia.
La proclamación de
Pero pronto, los que no querían que las cosas cambiaran, comenzaron a organizarse para derribarla.
Al año siguiente se produce el golpe militar fallido, del general Sanjurjo, que pudo ser reducido sin grandes traumas.
Poco después, la victoria de las derechas en las elecciones generales, como consecuencia de la desunión de las izquierdas y la abstención propugnada por los anarquistas, llevó a la paralización de muchas de las reformas emprendidas; esto calmó un tanto a la reacción, pero también llevó a la radicalización de algunos sectores proletarios que pasaron a considerar la posibilidad de algunas vías más revolucionarias; produciéndose un incremento de la conflictividad laboral, ocupaciones de tierras en latifundios y algunos sabotajes, resultando como consecuencia de los mismos un buen número de detenidos, procesados y encarcelados en diversos lugares de España.
A las elecciones de febrero del 36, la izquierda llega unida en las candidaturas del Frente Popular, participando en no pocos lugares, el movimiento anarquista. El resultado otorga una clara victoria a quienes apuestan por retomar las políticas reformistas y transformadoras de los inicios.
En Riglos, los votos en estas elecciones, fueron; 1 en
blanco,
Pero a la par, la banca, la aristocracia, la gran patronal, el ejército y la iglesia católica, estrechan y retoman sus contactos conspiratorios y planean con la ayuda de Italia y Alemania dar el golpe definitivo al periodo democrático abierto en España en 1931.
El modus operandi, común en todo el territorio dominado por los golpistas había sido diseñado detalladamente por el general Mola, nombrado Director de las operaciones por los conspiradores. “La acción ha de ser en extremo violenta para reducir lo antes posible al enemigo…”. Se trataba, de liquidar o dejar fuera de juego a los cargos políticos, dirigentes y militantes de organizaciones políticas y sindicales antifascistas, también votantes y propagandistas del Frente Popular y en definitiva a todos aquellos que pudieran ser un obstáculo al alzamiento militar.
Destacamentos de militares, guardias civiles, falangistas y requetés fueron llegando a distintas poblaciones de la provincia, donde sin apenas resistencia –ya que las organizaciones antifascistas no disponían de armas- se dedicaron a detener a quienes no habían escapado por considerar que no corrían riesgo, al no haber ido su participación más allá de la afiliación a sindicatos –cosa casi imprescindible para poder trabajar-, asistir a algún mitin o haber votado al Frente Popular.
Domingo Ruiz Alcrudo, 30 años, de Ayerbe, Isidro López Calvo, 33 años, vecino de Huesca y Sebastian Bretos Pérez, 36 años, de Riglos, fueron los tres primeros asesinados en estas tierras por los fascistas.
“Dominguito”, -Director y propietario de una fábrica de harinas en Ayerbe- en los últimos días del mes de julio, fue obligado, tras entregarse a la guardia civil por petición de su madre, a acompañar a los guardias civiles en la búsqueda de Nicolas Ferrer en el monte de Riglos; ante lo infructuoso de la empresa, le dieron cuatro tiros por la espalda y lo tiraron por un barranco. Sus restos fueron recuperados pocos años después y trasladados al panteón familiar del cementerio de Ayerbe.
Isidro López, albañil y pequeño constructor de Huesca,
fue detenido a comienzos de agosto en Loarre, de donde era su mujer y
trasladado al cuartelillo de Ayerbe del que salió para ser ejecutado en el
carrascal de Loscorrales junto a Sebastian el 5 de agosto.
Los restos de
ambos fueron rescatados el verano de 2022 en el cementerio de dicho pueblo por
el Equipo Arqueológico Forense de Aragón a instancia de la Asociación por la
Recuperación e Investigación Contra el Olvido, dirigida entonces por Miguel
Angel Capape, con recursos de la Secretaría de Estado de Memoria Democrática.
Ambos –Isidro y Sebastian- han sido identificados mediante ADN para poder entregar sus restos a los familiares. Los de Isidro han sido reinhumados, junto a los de su esposa en el cementerio de Huesca este mismo mes de octubre.
La represión franquista condujo a 192.684 ejecuciones y asesinatos al margen del campo de batalla; casi 54.000 de ellas fueron ejecuciones sumarias una vez terminada la contienda. El sumario instruido por el Juez Garzón hablaba de 114.266 personas desaparecidas.
Muchos de los que les sobrevivieron, tuvieron que
hacer frente al hambre, la carcel, la
represión y el miedo de la guerra y la posguerra.
Las generaciones posteriores soportamos parte de la dictadura, una transición imperfecta y el posfranquismo que esta resultando demasiado largo.
Hoy, el rey que nombró el dictador, al que nunca se le ha escuchado una crítica a su mentor, se encuentra poco menos que huido en oriente medio.
Los neofascistas comparten gobiernos con los herederos reformados del franquismo que todavía no han condenado el Golpe de Estado Fascista del 17 y 18 de julio de 1936 y se afanan en retroceder los pequeños avances realizados en la recuperación de la memoria histórica.
Aquí en Aragón van a derogar Ley de Memoria Histórica.
La impunidad que ampara la Ley de amnistía del 77 encubre delitos de lesa humanidad que según las convenciones internacionales firmadas por España no son amnistiables, al dejar en desamparo a cientos de miles de víctimas que en su día lucharon por defender la legalidad republicana y por eso sufrieron muerte, desaparición y exilio.
Los crímenes del franquismo deben ser juzgados y entendemos que encubren estos crímenes quienes se niegan a investigarlos.
El único juez en España que se atrevió a intentar enjuiciar los crímenes del fascismo fue apartado fulminantemente de la carrera judicial.
En España es necesaria, una “Justicia Restaurativa que se ocupe de reparar en la medida de lo posible a la víctima y sus allegados, compensando el daño sufrido…”
Riglos 22 octubre 2023
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