Este jueves 19 de diciembre hemos recibido la visita de Diego Leonet Mayo. Este hombre, criminólogo de la primera promoción de la UPV (Universidad del País Vasco), miembro del equipo de memoria Histórica de la sociedad de ciencias Aranzadi y presidente de la APECPV (Asociación de Profesionales y Estudiantes de Criminología del País Vasco), ha recalado en Huesca al objeto de impartir una conferencia acerca de la violencia sobre la mujer en conflictos bélicos.
Antes, hemos podido hacer otras cosas. Inevitable el tour (lamentablemente express, que siempre hay más que ver que tiempo para ello) por la Huesca republicana: Memorial Galán y García, exhumaciones promovidas por el CRMAHU en el cementerio del Parque Mártires de la Libertad, monolito Manolín Abad (conocía Diego el personaje), Tumbas de Galán y Acín, nicho de García y otras curiosidades del cementerio municipal, etc ...
Y, por supuesto, visita a la sede del CRMAHU con atención explícita a las exposiciones allí instaladas.
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A las 19:00 horas y ante la asistencia de una treintena de personas, comienza la conferencia con la presentación del orador a cargo del vocal de comunicación y prensa del CRMAHU. Carlos Neofato lo presenta como un viejo amigo con el que compartió los años de plomo en el PV acudiendo a emergencias de todo tipo mientras ambos prestaban servicio en las ambulancias de la DYA-Gipuzkoa.
Relata cómo lo reencontró, mucho tiempo después, en un video de la sociedad de ciencias Aranzadi en el que participaba junto a Paco Etxeberría; y cómo de ahí se gestó la invitación a la charla de hoy.
Comienza Diego su disertación, cortesías y agradecimientos previos expresados, haciendo un relato genérico del papel impuesto a la mujer en los conflictos bélicos. Papel que la cosifica y la victimiza como rapiña del soldado, cuando no parte de su salario.
Ser violada repetidamente, torturada, destruida psicológicamente, esclavizada sexualmente y asesinada es el destino que han debido afrontar muchas mujeres en el contexto de conflictos bélicos desde el inicio de los mismos. Y no sólo por la soldadesca enemiga, sino también por ejércitos que, en principio debían realizar funciones de mediación y protección (cascos azules de la ONU) o , incluso ONGs que aprovechan situaciones las de debilidad y necesidad humanas que son consustanciales al hecho guerrero.
Del panorama internacional pasa el criminólogo a tratar la cuestión más cercana en el espacio y en el tiempo, ejemplificando diversos casos en los años de la guerra española del pasado siglo. La cárcel, la presión (que te da fuerzas o que te hunde aún más, según las circunstancias) de ser mujer y madre en prisión, las torturas psicológicas añadidas (cita Albatera) forman parte del discurso que, en respetuoso silencio es seguido por el público.
También hará una comparativa entre dos grupos de mujeres y el trato posterior a su asesinato: las vírgenes de Somiedo y las enfermeras de Mallorca, victimizadas todas ellas; las primeras por las "hordas rojas"; las segundas por sus homólogos fascistas.
Mientras de las primeras se conocen sus nombres y se encuentran sepultadas en la Catedral de León a la espera de beatificación, de las asesinadas en Mallorca no se conocen todas sus identidades y se desconoce donde se encuentran.
El listado de horrores nos lleva, ya por última vez en esta noche, a una sima escondida en la cercana navarra. Una sima donde una mujer con sus siete hijos/as fueron arrojados (no se sabe si vivos o muertos). En la cercana Navarra donde no hubo frente de combate, pero donde las mujeres y su descendencia pagaron la sinrazón.
Termina su charla Leonet con un cortísimo videoclip que muestra la forma en que Aranzadi culmina sus exhumaciones. Diferentes personas se acuestan en la fosa abierta, en posiciones similares a las de los restos rescatados. Y, de uno en uno, al sonido metálico de una pala golpeada, se levantan abandonando el lugar.
El debate es intenso y, como tantas veces en los actos por el CRMAHU organizados, se desarrolla en dos tiempos: el primero en la sala de actos de la sede, y el segundo en un restaurante cercano.
Comienza Diego su disertación, cortesías y agradecimientos previos expresados, haciendo un relato genérico del papel impuesto a la mujer en los conflictos bélicos. Papel que la cosifica y la victimiza como rapiña del soldado, cuando no parte de su salario.
Ser violada repetidamente, torturada, destruida psicológicamente, esclavizada sexualmente y asesinada es el destino que han debido afrontar muchas mujeres en el contexto de conflictos bélicos desde el inicio de los mismos. Y no sólo por la soldadesca enemiga, sino también por ejércitos que, en principio debían realizar funciones de mediación y protección (cascos azules de la ONU) o , incluso ONGs que aprovechan situaciones las de debilidad y necesidad humanas que son consustanciales al hecho guerrero.
Del panorama internacional pasa el criminólogo a tratar la cuestión más cercana en el espacio y en el tiempo, ejemplificando diversos casos en los años de la guerra española del pasado siglo. La cárcel, la presión (que te da fuerzas o que te hunde aún más, según las circunstancias) de ser mujer y madre en prisión, las torturas psicológicas añadidas (cita Albatera) forman parte del discurso que, en respetuoso silencio es seguido por el público.
También hará una comparativa entre dos grupos de mujeres y el trato posterior a su asesinato: las vírgenes de Somiedo y las enfermeras de Mallorca, victimizadas todas ellas; las primeras por las "hordas rojas"; las segundas por sus homólogos fascistas.
Mientras de las primeras se conocen sus nombres y se encuentran sepultadas en la Catedral de León a la espera de beatificación, de las asesinadas en Mallorca no se conocen todas sus identidades y se desconoce donde se encuentran.
El listado de horrores nos lleva, ya por última vez en esta noche, a una sima escondida en la cercana navarra. Una sima donde una mujer con sus siete hijos/as fueron arrojados (no se sabe si vivos o muertos). En la cercana Navarra donde no hubo frente de combate, pero donde las mujeres y su descendencia pagaron la sinrazón.
Termina su charla Leonet con un cortísimo videoclip que muestra la forma en que Aranzadi culmina sus exhumaciones. Diferentes personas se acuestan en la fosa abierta, en posiciones similares a las de los restos rescatados. Y, de uno en uno, al sonido metálico de una pala golpeada, se levantan abandonando el lugar.
El debate es intenso y, como tantas veces en los actos por el CRMAHU organizados, se desarrolla en dos tiempos: el primero en la sala de actos de la sede, y el segundo en un restaurante cercano.
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