En este atardecer de invierno, en Huesca, a escasos metros de donde Fermín y Ángel fueron asesinados, se ha celebrado una pequeña concentración al objeto, por una parte, de rendirles homenaje y, por otra, de realzar la actualidad de su gesta y poner de manifiesto la importancia de hombres y mujeres que, aún hoy, se revelan contra las miserias y corruptelas.
El breve acto ha finalizado con un chocolate compartido y un rato de charla.
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