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Bienvenidos/as al blog del CRMAHU .- Círculo Republicano "Manolín Abad" de HUESCA

jueves, 9 de abril de 2015

Enrique Sarasa: Puntualizaciones acerca de Martín Ainsa Pinal


Hola Carlos,


Me pongo en contacto contigo al ver que, con motivo del homenaje a Martín Ainsa Pinal, habéis incluido en el blog una reseña biográfica sobre el mismo que hace años elaboró la Fundación Pablo Iglesias a partir de una serie de documentos que les remití. En dicha biografía hay una frase que dice “A pesar de su condición municipal participó en peticiones de aumento de salario para sí y otros empleados del ayuntamiento”, que no sé quién redactó, y que nunca me ha gustado demasiado porque simplifica un tanto la situación e incluso puede inducir a pensar que Martín se sirvió de su posición para elevarse el sueldo. En realidad, tales peticiones se hicieron dentro de un contexto en que se exigieron sueldos más dignos para todos los trabajadores. No sólo para los del Ayuntamiento de Huesca. Además, no se dice que él obtuvo esa plaza por oposición, cosa bien rara tras tantos años de enchufismos.
Hace algún tiempo envié a la Fundación Pablo Iglesias otra biografía de Martín, mucho más amplia, con la intención de que eliminaran la que allí tienen. Te la remito también, por si consideráis conveniente incluirla. 

Saludos,

Enrique Sarasa

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AINSA PINAL, Martín Concejal por Huesca Almochuel (Zaragoza) 8-III-1889 – Huesca 12-X-1936
Tipógrafo. Ingresó en el año 1903 en la UGT. Hacia 1911 llegó a Huesca, en donde ubicó su residencia y en donde nacieron los seis hijos que engendró su matrimonio con María Lorda.
 Trabajó desde entonces en los talleres de El Diario de Huesca, en donde entabló rápidamente amistad con su regente, Gregorio García Valenzuela, con quien en el año 1912 puso en marcha la Sociedad del “Arte de imprimir y similares de Huesca”, en la que ocupó, al menos, la vicesecretaría y la presidencia. Igualmente, estuvo entre los fundadores de la Federación de Sociedades Obreras de Huesca, entidad que vio la luz en el mes de agosto del año siguiente y en la que actuó como secretario.
 Esta se disolvió poco después, pero Martín mantuvo su interés por el ámbito societario. Estuvo desde entonces en contacto con sus correligionarios de Zaragoza, actuando, incluso, en septiembre de 1918 como secretario de la primera sesión del Congreso Nacional de la Federación Gráfica que se celebró entonces en la ciudad de Zaragoza. Tales experiencias le animaron a organizar junto a algunos compañeros de trabajo una sociedad tipográfica que en el mes de diciembre de 1923 decidió integrarse en la UGT a través de la Federación de la Edificación Gráfica.

 Durante los años de la dictadura de Primo de Rivera se reveló como una de las principales figuras con que contaron los sectores proletarios de la ciudad, circunstancia que propició que los republicanos le pidieran que se sumara a ellos en la candidatura que querían presentar para las elecciones del 12 de abril de 1931. Ello le permitió convertirse al advenimiento republicano en el primer concejal que el PSOE tuvo en la ciudad de Huesca. Estuvo allí apenas quince meses, realizando una solitaria labor destinada a apoyar al sector más izquierdista del Ayuntamiento. Sus intervenciones se centraron especialmente en los asuntos vinculados con la reforma educativa, la creación de escuelas, el paro obrero y el fin de las corruptelas y amiguismos en los organismos oficiales. 
También tuvo la posibilidad de formar parte de la Diputación Provincial, pues el Gobernador le invitó a entrar en ella en el mes de agosto de 1931, pero no aceptó porque ni podía adaptar adecuadamente tal cargo a su horario de trabajo, ni estaban de acuerdo las secciones oscenses de la UGT con tener un representante en este organismo. 
Poco después, el 9 de septiembre de 1931, puso en marcha en compañía de un pequeño grupo de correligionarios la primera Agrupación Socialista de la historia de la capital altoaragonesa, ocupando en esa misma fecha el cargo de presidente. Estuvo, sin embargo, poco tiempo a la cabeza de la misma, pues aunque continuó formando parte de esta entidad como afiliado, el 15 de noviembre decidió abandonar la presidencia. En ello tuvo mucho peso la distinta concepción que del socialismo tenía respecto a los demás compañeros, especialmente moderada, que había quedado aún más en evidencia después del desencuentro que había tenido con el diputado Agapito García Atadell durante el mitin reciente que este había realizado en la ciudad. Igualmente, temía Martín que este cargo pudiera afectar su trabajo, pues entonces obraba como regente en el diario conservador La Tierra. 

Tras todo esto, fue alejándose paulatinamente de la política oscense; más aún, después de que en julio de 1932 obtuviera, por oposición, el cargo de jefe de los Servicios municipales, que aunque le permitía acometer con mayor holgura los gastos familiares, le obligó a renunciar, por el asunto de las incompatibilidades, a su cargo de edil. A partir de entonces, aunque continuó fiel a sus ideas socialistas, prefirió hacerlo desde una posición mucho menos pública. Por todo ello, tras el golpe de Estado del 18 de julio Martín decidió permanecer en la ciudad y cuidar de su hijo enfermo, convencido de que no se tomarían represalias contra él. Sin embargo, el 8 de octubre varios falangistas se presentaron ante la puerta de su casa y le pidieron que se vistiera con su uniforme y fuera con ellos a hacer un servicio. Poco después ingresó en prisión.
 Cuarenta y ocho horas después, en la madrugada del 12 de octubre, fue sacado de la cárcel y fusilado ante un pelotón de ejecución.

1 comentario:

  1. Muy interesante el aspecto didactico de las jornadas Republicanas. Conocer las historias de tantas personas fusiladas por el hecho de comprometerse con la modernidad y la decencia de Huesca.

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