La abdicación es un acto de la monarquía. Es el acto que asienta aún más dicha institución y que anuncia nuestro ,al menos por una generación más, sometimiento al régimen legado por Franco, chapuceramente legitimado por una constitución vigilada y votada bajo las espadas de los golpistas.
En ese sentido el que se vigorice la monarquía con savia nueva mediante este acto, no nos satisface lo más mínimo. Y no podemos unirnos al coro de voces que aplauden este acto. La monarquía es enfermedad social y no debe ser causa de satisfacción el que muera un brote marchito para ser sustituido por una nueva rama de la desigualdad.
El único comunicado que nos interesa, a este respecto, no provendrá de la casa real, sino de la Presidencia Provisional de la Tercera República comunicando la salida de España de la familia Borbón, así como la incautación cautelar de sus bienes en tanto en cuanto se resuelvan las investigaciones acerca de la corrupción monárquica, y habilitando un proceso constituyente.
CRMAHU. Huesca 02.06.2014
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