Helena Lumbreras trae la España de 1968 al Círculo republicano de Huesca.
La proyección de este documental se transforma en un sentido homenaje a la cineasta fallecida en el año 95.
José Mª Adé es quien ha realizado las gestiones para traer este documental. Conocedor de la familia, se puso en contacto con la filmoteca para poder proyectar esta tarde este documento neorrealista y profundamente testimonial de la España de 1968, país en el que se produjeron más huelgas que en la Francia de ese mayo mítico. Un documental que, se conserva con las taras propias de una película filmada en 16 mm, de manera clandestina y con muy pocos medios. Caras y planos desenfocadas para evitar represalias, asincronías entre movimientos de labios y sonido, pero todo con un evidente marchamo de honestidad. Personajes como Tierno Galván, Marcelino Camacho o Raimón expresando certidumbres ante el inexorable devenir.
Y muchos planos de auténtica miseria. Trabajo infantil, entre las lacras asumidas...
Este film es obra de Helena Lumbreras, la mujer que tras formarse en Italia como realizadora y guionista de documentales para la RAI y ayudante de dirección de realizadores tan significativos como Fellini, Rosi, Pontecorvo y Pasolini, realizó de manera clandestina en España el mediometraje sobre el ambiente de crispación social que se vivía en el país durante 1968, y que se ha visto esta tarde.
El hombre que se sienta al lado de José Mª Adé, que lo presenta, es Mariano Lisa Escaned, nacido en Albalate de Cinca , aunque la mayor parte de su vida profesional y académica está en Barcelona, donde estudió Filosofía y Letras, Psicología Clínica y un master de Neurociencias y Licenciatura de Filología (clásica).
Se ha dedicado profesionalmente a la docencia. Es catedrático de Filosofía de Bachillerato.
Se ha dedicado también al cine. En la década de los setenta del siglo pasado realizó “cine militante” con Helena Lumbreras. Según él mismo manifiesta, su obra cinematográfica goza de la más profiláctica invisibilidad y silencio.
Después de tantos años de docencia decidió escribir poesía. El rigor del lenguaje y la mesura del verso caracterizan su obra poética. Otro factor que justifica la presencia de este hombre aquí (por si lo anterior no fuera bastante) es el parentesco con Helena Lumbreras. Es su viudo y padre de Lavinia, hija de ambos y que está también en este acto , discretamente sentada entre el público.
Mariano dedica una intensa loa a Helena, alabando su coraje, saber hacer, determinación y fuerza. Su compromiso con los más desfavorecidos e, incluso, relata aspectos que hoy pueden parecer increíbles de sus vivencias en san Lorenzo de la Parrilla, donde era maestra, y donde aún no había llegado el agua corriente.
En el debate, se preguntan algunas cuestiones técnicas de la filmación y la esquiva de la censura. Hasta que, en un momento dado, una mujer pide la palabra para aportar algo. Se identifica como hija de Helena y Mariano y rememora el recuerdo del paso de la obra de la cineasta por el festival Espiello, y por el Cine de Mujeres de Huesca. También el contacto entre su madre, Luis Buñuel y Carlos Saura.
Agradece ver este local tan lleno y lamenta que algo así, en un Barcelona, tendría menos repercusión. Entre accesos de emoción da unas nuevas pinceladas hacia la mujer que se ha convertido en protagonista indiscutible de la tarde. aplausos cerrados cierran su intervención y ya, lo que queda, son las confidencias entre grupos, las felicitaciones a Mariano y Lavinia y poco más. Hasta que un nuevo ciclo cinematográfico nos vuelva a reunir.