Como todos los eneros, en la fecha festiva más próxima al día 8, aniversario del fallecimiento de nuestro fundador, Manuel Benito Moliner, un grupo de hombres y mujeres se dan cita en el cementerio libre de Huesca. Lo hacen junto a la placa que recuerda el lugar donde fueron esparcidas las cenizas del sabio oscense y en las proximidades de tumbas harto conocidas por su contenido histórico o por su fallecimiento reciente mientras honraban las filas de la asociación republicana de Huesca.
Tras unas breves palabras de bienvenida, la ofrenda floral cubre de claveles rojos lápidas de recuerdos que guardan restos y sentimientos vivos.
El encuentro termina compartiendo unas pastas y una copa de cava.
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