Carmelo realiza una exposición perfectamente hilvanada; casi con lenguaje cinematográfico. El argumento que expone en un momento dado le sirve para, quince minutos más tarde, reforzar una afirmación. Así sucede cuando menciona, al inicio de su discurso, las palabras de Alfonso XIII tras conocer los resultados de las elecciones municipales de Abril de 1931: "Las elecciones celebradas el pasado domingo me revelan claramente que no tengo el amor de mi pueblo".
Muy posteriormente, en su discurso, denuncia el intento del revisionismo histórico de deslegitimar la II República por su orígen. Intento que se hace para justificar la sublevación militar del 18J, en función de una supuesta ilegitimidad en el orígen del gobierno republicano por la falta de calidad política de la elecciones y por sus resultados. E ironiza Carmelo: "Esos historiadores revisionistas manifiestan dudas acerca de las elecciones del 12 de Abril. Dudas que no tuvo el monarca que dijo..." Y , ahora es cuando repite nuevamente, con parsimonia, las palabras, que no dejan lugar a dudas, de Alfonso XIII .
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