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Con la siempre estimulante companía de los Gaiters de Tierra Plana, algo más de una veintena de hombres y mujeres se afanan desde las 10:00 horas en preparar las brasas donde se cocinará un sobrio almuerzo, y en engalanar con los colores republicanos el Memorial que, en nuestra ciudad, recuerda la gesta de los capitanes del frío y sus compañeros.
PALABRAS DE SALUTACIÓN DEL CRMAHU
Nuevamente, nos
llegan desde Jaca aromas helados de
libertad, viento del norte con fragancias frías de lo que pudo ser, esperanzas interinamente rotas con el
estrellarse de proyectiles contra el muro del polvorín del camino de Fornillos.
Llegadas
estas fechas vuelven a recortarse las siluetas de los capitanes del frío, y las
de sus compañeros, civiles o no, que se lanzaron hacia Huesca iniciando un
sendero de gloria y martirio personal que fructificó poco tiempo después con el
advenimiento de la II República.
Dos
capitanes, en fín, que en la gélida Jaca de diciembre de 1930, iniciaron una
Sublevación. Capitanes que cuentan con
el reconocimiento institucional que otorga la calificación BIC a los lugares de
descanso de estos dos hombres, lugares en los que, siempre que se puede,
se rinde homenaje a su trayectoria y compromiso. Calificación que ha
merecido el elogio y agradecimiento de la familia Fermín Galán Rubí que , en
varias ocasiones, se ha desplazado a esta ciudad de Huesca para acompañarnos
con su afecto.
Dos capitanes
que, gracias a los esfuerzos pretéritos del CRMAHU y a la ciudadanía que
colaboró activamente en la suscripción popular que lo hizo posible, cuentan con
un memorial digno, impactante y que ha recibido críticas elogiosas de artistas
de nuestro entorno: Sobre una reproducción del muro del asesinato, dos
vigorosas alas que elevan el vuelo, a pesar de los impactos recibidos, y lanzan
a la categoría de leyenda dos nombres, dos más, que no deben caer en el olvido.
En este diciembre
del 2018, sería necio negarlo, esta España no es la misma. Aunque tampoco es la
antítesis de la que creó las condiciones sociales y políticas de
antaño. Y justo es recordarlo también.
Esta es la
España de una monarquía heredada del dictador y que,
pese a los repetidos intentos de lavarse la cara, tan sólo puede permitirse
proclamar ( a quien quiera oírlo) que su única carta de naturaleza es haber
sido colada de rondón en una constitución gestada con el ruido de
sables y la amenaza de otro nuevo golpe de Estado como únicos soportes
argumentales.
Este es el
país de las desigualdades sociales, del no llegar a final de mes aunque
trabajes, del peligro de exclusión, de la cobertura social escasa, del laicismo
inexistente, de asesinados desaparecidos, de aventuras militares
semicoloniales, de las corrupciones que ya no son rumores sino realidades de
espanto, del debate utilizado (increíble) como arma arrojadiza, del descaro y
el cinismo redescubiertos como patéticas artes oratorias, …
Al ver
algunas fotos de los actores de ese diciembre del 30, precursor de la primavera
tricolor, y observar detenidamente sus semblantes no cabe duda alguna. Estas
gentes eran gentes acostumbradas a la expresión del espíritu crítico, a la
defensa de los derechos individuales y colectivos, a defender, incluso
con la propia vida, el sitio bajo el sol digno a que tiene derecho todo ser
humano. No parece creíble que estas gentes soportaran un aumento del
recibo de la electricidad de un 100% en menos de una década, o unas condiciones
laborales rayanas con la esclavitud, o los nuevos eufemismos bajo los que se
oculta la pobreza del cuerpo y del espíritu.
Posiblemente,
estas gentes, hoy, se ajustarían los chalecos amarillos que en Francia están
consiguiendo poner de rodillas a la casta de siempre, a los eternos opresores
de mil caras.
Y es que en
la España del 2018 sigue habiendo sobradas razones para que en decenas, cientos
y miles de puntos de esta geografía, hombres y mujeres se levanten y, con su
capacidad de crítica y organización , planten cara al matadero del
Mediterráneo, a la desesperanza del desempleo y la pobreza, a las reformas
laborales que nos retrotraen a las condiciones de trabajo del XIX, a las fobias
diversas que envenenan la convivencia y matan la diversidad, a los maltratos de
todo tipo que buscan en las personas más indefensas el eje central del odio.
Y es que en
la España del 2018 sigue habiendo razones sobradas para la exigencia de verdad,
justicia y reparación. No sólo para con los hombres y mujeres paseados,
rapados, humillados, encarcelados… No; también para sus familias; también para
ese número indeterminado de bebés robados utilizados como carne de comercio
vil.
Y es que en
esta España del 2018 sigue siendo imprescindible un movimiento amplio, popular,
levantisco, que abogue, con capacidad critica y razón argumental, por ese nuevo
status político de Libertad, Igualdad y Fraternidad en el que cualquier
persona, cualquier grupo humano, pueda sentirse satisfecho. Y para que
cualquiera de nosotros/as puede amarrar con mano fuerte las riendas de la
propia vida y capitanear la historia.
Por todo
ello, y ante lo que nos espera…
¡¡ VIVA EL
FRENTE POPULAR !!
¡¡ VIVA LA
REPÚBLICA !!
Querido Carlos: muchas gracias por hacerme llegar las noticias de los actos y las fotos (que lamentablemente no pude abrir). Recibe un cordial abrazo. Fermín.
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