18.08.2018. Uncastillo. Ayuntamiento.
La sala de actos de la casa consistorial sobrepasa ampliamente su aforo. Todas las sillas, excepto cuatro reservadas para la familia, están ocupadas y en el fondo una veintena más de personas esperan de pie el comienzo del acto.
Sobre la tarima, un atril listo y una mesa adornada con la tricolor. La familia, con la caja de los restos de Rosario Malón, avanza a lo largo del pasillo central y la deposita sobre la mesa. Encima una pieza del ajuar nupcial de esta joven (ya para siempre joven) de 22 años; ajuar que pudo utilizar nunca porque los asesinos truncaron vidas y esperanzas.
La mesa - altar de memoria se cubre de fotos, flores y centros ornamentales.
Pero hagamos un inciso para retroceder a 1936.
21 Julio.- La familia Malón se echa al monte buscando escapar a la represión que los sicarios del genocidio extienden por toda la España en manos del golpismo. Junto a otras gentes de Uncastillo, tratan de escapar el padre (Francisco) y sus hijos Mariano , Rosario y Lourdes. La madre, Francisca, permanece en la casa familiar , de donde será sacada por la canalla azul y trasladada a Luesia donde será fusilada el 2 de agosto. La tradición oral de la familia afirma que, al ser preguntada por los valentones fascistas acerca del paradero de la familia, afirmó desconocerlo. Y añadió, en un gesto de firmeza y dignidad que "aunque lo supiera, no lo diría".
19/20 Agosto.- Peñas de Santo Domingo (T.M. Longás)
Los falangistas hacen un batida y localizan a la familia. Rosario cae con la primera descarga y Lourdes, herida, trata de huir infructuosamente siendo localizada poco después y rematada tras, según testimonio oral de un nieto de uno de los asesinos (recogido por la familia Malón) dar vivas a la República y a la Libertad.
Francisco y Mariano escapan. Pero Francisco, que ha perdido mujer y dos hijas, no se recuperará. Muere el 28 de diciembre en unas circunstancias tan trágicas y dolorosas para ambos que me resulta difícil transcribirlas aquí.
Mariano consigue huir definitivamente y, con el tiempo, vuelve y se instala en Pinsoro. Allí fallece en 1999, a los 93 años de edad, transmitiendo, incansable, a su familia una y otra vez lo sucedido.
Y es el hijo del superviviente Mariano Malón , también llamado Mariano Malón, quien deposita los restos de Rosario y acicala el altar de memoria que esta mañana honra el salón noble del ayuntamiento de Uncastillo.
Mientras ello sucede, se escuchan las notas de "Txoria, txori" de Mikel Laboa en interpretación al violín de una joven mujer que ejecuta las piezas que escucharemos hoy con una sutileza y una delicadeza tal que no deja indiferente a nadie.
Comienzan las intervenciones. La presidenta de Charata (Mª Carmen Ríos), el alcalde de Uncastillo (José Luis Abenia), el representante de comarca (Salvador Monrús) y el de la Diputación de Zaragoza (José Ángel Miramón) medirán perfectamente sus tiempos y, en día tan emotivo como hoy, no serán inmunes a las propias emociones. Agradecimientos varios a todas las gentes que han colaborado en la búsqueda y hallazgo de los restos de Rosario, a la familia Malón por su tenacidad y ejemplo, equipos técnicos, voluntariado ...
No faltan tampoco las referencias al contexto histórico de los hechos (un genocidio derivado de un intento de golpe militar que fracasa y deriva en una guerra de consecuencias harto conocidas) y a la exigencia democrática de no descansar hasta dar cumplida satisfacción a la trinidad memorialista: VERDAD, JUSTICIA y REPARACIÓN.
Tras un interludio poético (unos breves versos que constituyen un compromiso entre los que aquí estamos y los que aún esperan ser encontrados) tomará la palabra el arqueólogo Francisco Ruiz que explicará los pormenores del trabajo que se desarrolló para el hallazgo de Rosario. Los detalles esperanzadores, los desengaños de los momentos en los que lo que se encuentra no tiene nada que ver con lo que se busca, el apoyo incondicional de la familia ...
Y, finalmente, es Mariano Malón, hijo de Mariano Malón y nieto de Francisco Malón y Francisca Pueyo, y sobrino de Rosario Malón y Lourdes Malón quien toma la palabra. En ocasiones se dirige al auditorio; en otras a sus familiares asesinados; en otras a su padre fallecido...
El respetuoso silencio de más de dos centenares de personas le acompaña. Escuchan nuevamente la historia del drama familiar, siguen con tristeza el relato detallado que un casi siempre sereno Mariano les narra con detalle, observan con recogimiento solidario cuando exhibe unos saquitos de tela que contienen muestras de tierra de diferentes lugares que guardan los restos queridos y cierran con una ovación cariñosa el final de su intervención antes de aproximarse a abrazarlo y felicitarlo por el día de hoy.
A las 13:30. en el cementerio de la localidad cercana de Pinsoro se produce el epílogo de esta jornada.
La violinista, con su sensibilidad extrema, ejecuta "Al alba" mientras la comitiva familiar, portando los restos de Rosario, los saquitos de tela a los que hacíamos referencia anteriormente y, sobre todo, flores, muchas flores, se aproxima al nicho abierto donde reposa Mariano Malón Pueyo.
Los sones del violín se acompañan por decenas de labios que susurran tarareando contribuyendo sobremanera a la emotividad del acto.
Para ver todas las fotos, PULSA AQUÍ
21 Julio.- La familia Malón se echa al monte buscando escapar a la represión que los sicarios del genocidio extienden por toda la España en manos del golpismo. Junto a otras gentes de Uncastillo, tratan de escapar el padre (Francisco) y sus hijos Mariano , Rosario y Lourdes. La madre, Francisca, permanece en la casa familiar , de donde será sacada por la canalla azul y trasladada a Luesia donde será fusilada el 2 de agosto. La tradición oral de la familia afirma que, al ser preguntada por los valentones fascistas acerca del paradero de la familia, afirmó desconocerlo. Y añadió, en un gesto de firmeza y dignidad que "aunque lo supiera, no lo diría".
19/20 Agosto.- Peñas de Santo Domingo (T.M. Longás)
Los falangistas hacen un batida y localizan a la familia. Rosario cae con la primera descarga y Lourdes, herida, trata de huir infructuosamente siendo localizada poco después y rematada tras, según testimonio oral de un nieto de uno de los asesinos (recogido por la familia Malón) dar vivas a la República y a la Libertad.
Francisco y Mariano escapan. Pero Francisco, que ha perdido mujer y dos hijas, no se recuperará. Muere el 28 de diciembre en unas circunstancias tan trágicas y dolorosas para ambos que me resulta difícil transcribirlas aquí.
Mariano consigue huir definitivamente y, con el tiempo, vuelve y se instala en Pinsoro. Allí fallece en 1999, a los 93 años de edad, transmitiendo, incansable, a su familia una y otra vez lo sucedido.
Y es el hijo del superviviente Mariano Malón , también llamado Mariano Malón, quien deposita los restos de Rosario y acicala el altar de memoria que esta mañana honra el salón noble del ayuntamiento de Uncastillo.
Mientras ello sucede, se escuchan las notas de "Txoria, txori" de Mikel Laboa en interpretación al violín de una joven mujer que ejecuta las piezas que escucharemos hoy con una sutileza y una delicadeza tal que no deja indiferente a nadie.
"Si le hubiera cortado las alas,
habría sido mío.
No hubiera escapado.
Pero así, habría dejado de ser un pájaro.
Y yo amaba el pájaro."
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Comienzan las intervenciones. La presidenta de Charata (Mª Carmen Ríos), el alcalde de Uncastillo (José Luis Abenia), el representante de comarca (Salvador Monrús) y el de la Diputación de Zaragoza (José Ángel Miramón) medirán perfectamente sus tiempos y, en día tan emotivo como hoy, no serán inmunes a las propias emociones. Agradecimientos varios a todas las gentes que han colaborado en la búsqueda y hallazgo de los restos de Rosario, a la familia Malón por su tenacidad y ejemplo, equipos técnicos, voluntariado ...
No faltan tampoco las referencias al contexto histórico de los hechos (un genocidio derivado de un intento de golpe militar que fracasa y deriva en una guerra de consecuencias harto conocidas) y a la exigencia democrática de no descansar hasta dar cumplida satisfacción a la trinidad memorialista: VERDAD, JUSTICIA y REPARACIÓN.
Tras un interludio poético (unos breves versos que constituyen un compromiso entre los que aquí estamos y los que aún esperan ser encontrados) tomará la palabra el arqueólogo Francisco Ruiz que explicará los pormenores del trabajo que se desarrolló para el hallazgo de Rosario. Los detalles esperanzadores, los desengaños de los momentos en los que lo que se encuentra no tiene nada que ver con lo que se busca, el apoyo incondicional de la familia ...
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El respetuoso silencio de más de dos centenares de personas le acompaña. Escuchan nuevamente la historia del drama familiar, siguen con tristeza el relato detallado que un casi siempre sereno Mariano les narra con detalle, observan con recogimiento solidario cuando exhibe unos saquitos de tela que contienen muestras de tierra de diferentes lugares que guardan los restos queridos y cierran con una ovación cariñosa el final de su intervención antes de aproximarse a abrazarlo y felicitarlo por el día de hoy.
A las 13:30. en el cementerio de la localidad cercana de Pinsoro se produce el epílogo de esta jornada.
La violinista, con su sensibilidad extrema, ejecuta "Al alba" mientras la comitiva familiar, portando los restos de Rosario, los saquitos de tela a los que hacíamos referencia anteriormente y, sobre todo, flores, muchas flores, se aproxima al nicho abierto donde reposa Mariano Malón Pueyo.
Los sones del violín se acompañan por decenas de labios que susurran tarareando contribuyendo sobremanera a la emotividad del acto.
Los hijos que no tuvimos
Se esconden en las cloacas,
Comen las últimas flores,
Parece que adivinaran
Que el día que se avecina
Con enorme cariño van depositándose todos los efectos funerarios en el hueco antes ocupado por Mariano Malón en lo que es, de facto, una reagrupamiento familiar. Se coloca la nueva lápida y comienzan los instantes de silencio y reflexión ;entretanto, la violinista esta vez eleva las notas de La Internacional , solemnizando los momentos íntimos postreros de este día.
Toma la palabra una miembro de la familia para agradecernos el acompañamiento y pedirnos que no estemos tristes, que hoy es un día de alegría y más de dar al enhorabuena que de pésames. Que se sienten felices y queridos y que, nuevamente , gracias.
Se acaba el acto. Es el momento de las despedidas, de los abrazos, del "pásame las fotos". Todo ello en la seguridad de que pronto nos volveremos a encontrar en algún evento de éste o similar propósito. Es la esencia de los hombres y mujeres republicanos que se niegan a perder la memoria.
En las peñas de Santo Domingo, Lourdes Malón sigue esperando a que la encuentren. Alrededor de ciiento cincuenta mil personas más comparten esa espera.
En Casa Cuatro de Uncastillo mantienen la esperanza.
En Casa Cuatro de Uncastillo mantienen la esperanza.
La familiar que toma la palabra al final es Rosario Cazador Malón, hija de Lourdes Malón Mendi y nieta de Mariano Malón Pueyo.
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