En la Litera, el recuerdo republicano, organizado por el Ateneo de Binéfar y Comarca, ha tenido tres marcos diferentes:
Alcampell. En su cementerio se erige una lápida homenaje a la treintena larga de literanos represaliados bien sea como consecuencia directa del golpe de estado del 36 como en la barbarie de campos de concentración nazis.
San Esteban de Litera. En el cementerio de esta localidad se homenajea al brigadista internacional holandés Hendrik Koostra junto a sus cuatro compañeros: Eliseo Carola Castelló, natural de Villalonga de Ter (Barcelona), Salvador Cabreras, Dionisio Giménez y Ramón Altas.
Fallecieron de enfermedades derivadas de las penurias del frente en el hospital militar de retaguardia del frente de Aragón sito en la localidad, concretamente en “Casa Salas”.
En el mismo lugar, y tras las investigaciones pertinentes se descubrió que en el mismo cementerio reposaban los restos del que fuera el último jefe de la Agrupación Guerrillera del Alto Aragón (AGAA) y miembro del Partido Comunista de España Narciso Villellas, natural de Alquézar (Huesca), muerto el 7 de diciembre de 1948 en una refriega con la guardia civil en el término de San Esteban de Litera, concretamente en una Torre de la partida de “Santa Ana”, y enterrado el 9 del mismo mes.
Binéfar. A un lado de la autovía en dirección Huesca se encuentra una construcción de una empresa dedicada al sector eléctrico. En sus inmediaciones hay varias fosas, alguna de ellas aún sin intervención memorialista de exhumación, y un monolito de tamaño pequeño que los mantiene en el recuerdo. En este lugar, reiterándose el Ateneo Republicano de Binéfar y Comarca en gestos previos tales como minutos de silencio, discursos en su memoria y ofrendas florales, se ha verificado el homenaje a las gentes que cayeron asesinadas, atropelladas por la maquinaria golpista que pudo acabar con sus vidas, pero nunca con su dignidad y su recuerdo.
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