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Bienvenidos/as al blog del CRMAHU .- Círculo Republicano "Manolín Abad" de HUESCA

jueves, 16 de agosto de 2012

LA MEMORIA CON PALABRAS JUSTAS PARA UN PORVENIR JUSTO

Soy francés por la tierra donde nací. Tengo también un pasaporte español, resultado de mis raices andaluzas.
Escribo estas lineas como Presidente del Comité de Animación del Centro de Interpretacin y de Investigacioón de la Memoria de España Republicana (CIIMER). Ese Centro tiene su sede en la estación de Borredon, cerca de Montauban, cuidad donde murió y está enterrado nuestro presidente don Manuel Azaña Diaz.
Os hablo también como Secretario Nacional (de la segunda generacion) de la Amical de Antiguos Guerrilleros Espagnoles en Francia, una asociación de la Resistencia, integrada como tal en las Fuerzas Francesas del Interior (AAGEF-FFI).

Pues bien, esos hombres, nuestros padres y abuelos lucharon tres años en España y otros seis en Francia contra el mismo enemigo: el fascismo español y europeo.
Señoras y señores, la memoria es tributaria del conocimiento historico y comparte la necesidad de transmitir esa memoria a las nuevas generaciones con palabras y conceptos ABSOLUTAMENTE justos.
No soy historiador, solo descendiente de esa historia que vive en mí. Pero creo que la materia historica es como la tierra, le pertenece a los que la trabajan.
Cuando miro lo acontecido en 36-39, y que lo confronto con los términos en los que se califica ese episodio, me doy cuenta que aquí, como en muchos otros sitios, la definición que se da es de « Guerra Civil ». Pero los unicos aspectos que yo veo de « civiles » en esos acontecimientos, son los muertos inocentes que hubo, sobre todo DESPUÉS de la contienda!. Esto lo vamos a explicar, pero primero, quisiera deciros que no hay que poner, con algun achaque de « reconciliación » que sea, un signo de igualdad entre la víctima y el verdugo. Cuando se dice o se escribe « los dos bandos de la guerra civil », se está poniendo esa igualdad vergonzosa e inaceptable ! Porque si nosotros, los republicanos, las víctimas, aceptamos esa postura, me parecería algo similar al sado-masoquismo. Le damos, asi mismo, argumento ideologico al verdugo.

¿Quién es el verdugo de la Segunda República ? ¿Es el pueblo espagnol ? ¡Claro que no ! Recordemonos que el 19 de julio el golpe estaba terminado en el suelo de la peninsula. Eso lo reconoce, en cierta entrevista, hasta el responsable de la Fundacion Francisco Franco. El pueblo en armas contituido en milicias, con los tropas fieles a la República, consiguió dominar a los cuantos cuidadanos traidores levantados contra la legalidad republicana. Concretamente, el Presidente Azaña firmó un decreto expulsando del ejército a todos los militares felones. Desde este punto de vista, se puede afirmar que Franco y sus seguidores eran fulanos cualquieras, sin poderse valer que cualquier grado militar. Por eso, Franco es General como Bokasa era Emperador, porque lo decía él !
Recordemos que gran parte de ese ejército se queda en la legalidad establecida. La marina, la aviación, muchas fuerzas terrestres, guardias civiles, guardias de asalto, carabineros, … ¿ Que pasó entonces para que hubiese esa guerra ?. Ni mi padre, ni el pueblo enrolado en las milicias – luego, en 1937, integraron el ejercito republicano – para defender la Libertad y la Democracia, ni tampoco los dirigentes de la República, calificaron esa guerra de « Civil ».
Lo demuestran con claridad los archivos de las protestas oficiales que llevó el gobierno a las instancias internacionales.

Lo demuestran también, las coplas que cantaba el pueblo :
« Los moros que trajo Franco en Madrid quieren entrar… »
« El ejercito del Ebro, a las tropas invasoras, buena paliza les dio… »
« En el Ebro se han hundido las banderas italianas… »
Lo demuestran, con anchura, los carteles y pasquines de la propaganda de esos tiempos. En ellos se desnuncia la invasion italo-alemana : en un cartel célebre se ve una alpargata pisando la esvástica nazi; en otro, la bota italiana intentando de pisar España; en otra más, burlándose de los que se autodenominan « nacionales », representa una nave con todos los enemigos extrangeros de la República : el Vaticano, los Moros, los italianos, los alemanes… Esa era la realidad de lo que se vivía entonces : 70 000 marroquies, 45 000 italianos con sus buques y su aviación, 15 000 alemanes con la legión Condor y su material ultramoderno, 15 000 portugueses con su frontera abierta para refugio de las bases de los invasores.

Una invasion procedente de África, atravesando el estrecho desde los primeros dias del golpe, con los barcos italianos y los junkers alemanes. Una invasion muy mayoritariamente compuesta de tropas marroquies engañadas, como se sabe bien hoy. Esos hombres y también muchachos menores de 15 años, no eran fascistas, pero sembraron, como se les pedia, el terror en la población civil.

Por su parte, los republicanos recibieron el apoyo de miles de demócratas, ciudadanos del mundo. Francesses, ingleses, americanos, alemanes, italianos, marroquíes y hasta de Japón, más de 50 nacionalidades estaban presentes en la Brigadas Internacionales. ¿Dónde está esa pretendida guerra civil ?. ¿Qué es lo que justifica esa denominación ?....Cuando es una realidad, y lo repito, que en España, el 19 de julio el golpe falló !! Entonces, preguntémosnos por qué ha cundido tanto y ha tenido ese éxito el término de Guerra Civil. Primero, porque la Historia la escriben los vencedores. Franco, la falange, sus aliados y la derecha española no quieren que se diga que la guerra no la ganaron ellos, sino fuerzas extranjeras. Por eso quieren que esa guerra sea únicamente civil; y, en consecuencia, aceptarlo es darles la razón. Es quitarnos, nosotros mismos, el argumento decisivo para demostrar que la república tenía razón y que no eran « dos bandos », como se pretende también, en un intento de equiparar la contienda.
En segundo lugar, eso de « guerra civil » ha encontrado un eco y una coherencia con el cinismo y la cobardia de las democracias occidentales, frente a la ambición conquistadora de Hitler y Mussolini. Así, por parte, de esta manera, se justificó la « No-intervención » : era un asunto interior !.

¿Hasta cuando vamos ha seguir propagando ese absurdo concepto entre nuestra joventud ?. Ya es tiempo de que se llamen las cosas por su nombre ! « las cosas claras y la sopa espesa » decia mi abuelito !
En España, ha primero del siglo XIX, hubo españoles que se integraron en las filas de Napoleón, viendo llegar con el los valores de la Revolución Francesa y una oportunidad para deshacerse de la monarquía corrupta que los gobernaba. Españoles se enfrentaron con otros españoles. Por lo tanto, ese conflicto se conoce como « guerra de Independencia ».
En Francia, miles de franceses resistieron, lavantándose con armas frente a las milicias fascistas de Petain. Pero aquello se calificó como « Bataille de France », y nunca como guerra « Civil », pese al enfrentaminto de franceses contra franceses. Si hay que adjetivar la guerra de 1936-1939, porque no llamarla simplemente « Guerra de España » o, para que sea más claro : « 1a Guerra anti-fascista ».

El gran escritor francés, Albert Camus, autor de « la Peste », libro donde denuncia el fascismo, escribió también : « Mal nombrar las cosas es añadirle a la desgracia del mundo ».
Por favor, señoras y señores historiadores, escritores, periodistas, cuidadanos, ayúdennos a no añadir más desgracia a este mundo.
¡ Gracias por vuestra paciencia !
José González Ocaña, hijo de Porcuna (Jaén)

1 comentario:

  1. Estimadísimo amigo y compañero:
    ¡Cuánto me alegra que hayas escrito esta carta en la que argumentas esa negativa (que creo es muy general en el exilio francés) a denominar Guerra Civil al brutal conflicto armado que tuvo lugar en nuestro país en los 36-39 del siglo pasado!
    Supongo conoces que (hablo como particular pero creo no equivocarme al afirmar esto) en el CR de Huesca hemos hecho nuestros los argumentos que presentas y evitamos denominar Civil a una Guerra que, como bien dices, no lo fue.
    Y, efectivamente, la batalla por la adecuación del lenguaje a los hechos es un quehacer que debe estar presente en toda persona que busca la memoria exacta como fuente de justicia.
    Salud y República
    Carlos Neofato

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